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Dentro de tres semanas, un afroestadounidense de 30 años de edad condenado a pena de muerte en Texas será ejecutado. Kenneth Foster fue condenado a muerte hace diez años por el asesinato de Michael Lahood, un hombre blanco. El juez que presidió el juicio, el fiscal y el jurado que le sentenciaron a muerte admiten que Kenneth jamás mató a nadie. Foster será ejecutado en virtud de una controvertida norma de Texas conocida como “Ley de Partes”. La ley impone la pena de muerte a cualquier persona involucrada en un delito en el que ocurrió un homicidio. En el caso de Foster, él conducía un coche con tres pasajeros, uno de los cuales salió del vehículo, se involucró en una pelea y mató de un disparo a Lahood. Emitimos una entrevista exclusiva con Kenneth Foster desde la prisión y hablamos con su familia en Texas además de con un
periodista que ha seguido el caso de cerca.