Relacionado
Mientras el régimen golpista de Honduras impide el retorno del depuesto presidente Zelaya, el ejército dispara contra sus partidarios en el aeropuerto y mata a dos de ellos
Julio 6, 2009
Una semana después del golpe militar en Honduras, los soldados y la policía antidisturbios bloquearon la pista de aterrizaje del aeropuerto el domingo por la tarde, evitando que el presidente destituido, Manuel Zelaya, regresara al país. Soldados hondureños fuertemente armados usaron además gases lacrimógenos y ametralladoras para dispersar a una multitud de decenas de miles de personas desarmadas que habían llegado de todos los rincones del país, a pesar de los bloqueos militares, para esperar en el aeropuerto a su presidente depuesto y darle la bienvenida. Según se informa, al menos dos manifestantes fueron asesinados y muchos más han resultado heridos. Hablamos con Andrés Conteris, que se hallaba en el lugar de los hechos en Tegucigalpa.
AMY GOODMAN: A una semana del golpe militar que lo derrocó, el Presidente hondureño Manuel Zelaya no pudo volver a su país el domingo, luego de que el gobierno golpista se negara a permitirle la entrada. Soldados fuertemente armados utilizaron gases lacrimógenos y ametralladoras para dispersar a una multitud desarmada de decenas de miles de personas que se habían congregado en el aeropuerto para recibir a Zelaya, a pesar de los bloqueos militares en todo el país. Según se informa, al menos dos personas fueron asesinadas y muchas otras resultaron heridas. Tras varios intentos de aterrizaje en el aeropuerto de Tegucigalpa, el avión de Zelaya se dirigió a Nicaragua, donde fue recibido por el Presidente Daniel Ortega. Zelaya estaba acompañado por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miguel D’Escoto Brockman. Luego, Zelaya viajó a El Salvador donde se reunió con los presidentes de Argentina, Ecuador y Paraguay y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos. El sábado, la OEA suspendió a Honduras. Según la organización, es la primera suspensión de un país en más de 45 años. Para más información sobre Honduras, hablamos con Andrés Conteris que está en Tegucigalpa. Andrés es director del Programa de las Américas de la organización No Violencia International. Trabajó como defensor de derechos humanos en Honduras entre 1994 y 1999 y es co-productor de “Hidden in Plain Sight” (“Secreto a Voces”), un documental sobre la política de Estados Unidos hacia América Latina y la Escuela de las Américas. También trabaja en Democracy Now! en Español. Andrés, cuéntanos que pasó. ¿Te encontrabas también en el aeropuerto?
ANDRÉS CONTERIS: Sí, estaba en el aeropuerto y fue un día, en general, de manifestación pacífica. Las estimaciones sobre el número de manifestantes indican que hubo más de 100.000 personas en las calles de Tegucigalpa, dirigiéndose al aeropuerto. La policía bloqueaba las marchas, pero luego, cada media hora más o menos, se retiraba y, por lo tanto, si bien había una pausa en la marcha, se creaba un sensación de paz en ambos lados. Por lo tanto, la mayor parte del día la manifestación fue muy, muy coordinada y no hubo problemas. La violencia estalló por la tarde y parece muy claro que fue un francotirador el responsable de la muerte de uno de los manifestantes, cerca de la entrada del aeropuerto.
AMY GOODMAN: ¿Puedes contarnos qué pasó durante el fin de semana y que ocurrió cuando el presidente Zelaya, el presidente derrocado, estaba sobrevolando el aeropuerto?
ANDRÉS CONTERIS: A lo largo del fin de semana, las cosas han ido creciendo en intensidad porque, en primer lugar, el día previsto para la llegada del presidente Zelaya era el jueves pasado, fecha que él mismo anunció. Luego, la OEA dijo que necesitaba más tiempo para darle a Honduras la oportunidad de restablecer el orden constitucional y restituir a Zelaya en el poder. Así pues, la OEA dio a Honduras, al actual régimen, tres días. Luego, Zelaya dijo que vendría el sábado, pero el retorno se aplazó hasta el día de ayer, domingo. A lo largo de este tiempo, la represión en el país se ha intensificado cada vez más y más. Gente de todas partes del país está tratando de llegar a la capital para mostrar su apoyo al presidente. Se ha impedido la entrada a la capital a decenas de autobuses. Uno de los autobuses recibió disparos de ametralladora en sus neumáticos. El Padre Andrés Tamayo fue golpeado junto con otras personas cuando intentaba arribar a la capital. Todo esto hay que sumarlo a las tácticas de miedo e intimidación que se están utilizando contra destacados defensores de los derechos humanos y, especialmente, contra los miembros de la prensa de este país que están tratando de difundir la voz de los que están en contra del golpe.
AMY GOODMAN: Andrés, ¿qué es exactamente lo que está sucediendo con los medios de comunicación en Honduras en este momento?
ANDRÉS CONTÉRIS: La gran mayoría de los medios de comunicación en este país está controlada por una oligarquía que es muy favorable a este golpe de Estado. Por lo que sólo están sacando noticias de algunas de las manifestaciones que se han hecho a favor de Roberto Micheletti, que tomó el poder hace una semana. Sin embargo, la prensa que está intentando dar un enfoque equilibrado y dar voz a aquellos que durante estos días están en las calles protestando se encuentran…están sufriendo una increíble represión. Un periodista fue asesinado el viernes después de salir de Radio América en San Juan Pueblo, en una zona rural del norte. También hay dos periodistas que se encuentran escondidos. Uno de ellos es el director del Canal 36 y otro es el director de Radio Globo. Otros periodistas que decidieron continuar emitiendo sus programas han recibido amenazas de muerte. Y se están desplegando tácticas de miedo e intimidación. Un periodista saltó desde un tercer piso cuando los soldados fueron a buscarlo a Radio Globo el día del golpe. La razón por la que lo hizo es porque había sido torturado en la década del 80 y temía que esto pudiera suceder una vez más. Tiene el hombro fracturado y lesiones en todo el cuerpo. La familia de otro periodista ha sido amenazada y, hace tan solo dos días, sus dos hijos fueron amenazados en la calle con un revólver desde un automóvil con vidrios polarizados.
AMY GOODMAN: ¿También hubo una explosión el pasado sábado 4 de julio en el Canal 11 de Tegucigalpa?
ANDRÉS CONTÉRIS: Eso ocurrió a las 9:30 de la noche. Fue la primera bomba que se colocó en la institución que, finalmente, estalló. Los daños materiales fueron severos, pero no hubo heridos. Canal 11 no era conocido como un canal que estuviera dando la versión de la gente que se opone a este régimen que está ahora en el poder, sino que estaban tratando de hacer algunos pequeños esfuerzos para dar un enfoque equilibrado. Aún cuando sólo intentaban esto, eso fue lo que los hizo ser blanco de este atentado. Otros canales están cerrados, como ya he dicho, canal 36, y también el canal 45. En términos de radio, Radio Globo de Tegucigalpa es la emisora más atacada. He mencionado al hombre que saltó desde tres pisos y el director está escondido. Otros periodistas están bajo amenaza de muerte. Una de las estaciones de radio de la zona rural, Radio Progreso, fue cerrada. La Radio Progreso es una emisora muy progresista gestionada por la comunidad jesuita. Una emisora de aquí, Tegucigalpa, que emite los titulares de “Democracy Now! en Español” fue obligada a dejar de emitir “Democracy Now!” porque hemos venido informando sobre el golpe. Así que la censura a la prensa ha sido muy severa y los actos de intimidación y terror contra los periodistas se han ido incrementando.
AMY GOODMAN: ¿Puedes hablar sobre el toque de queda, el toque de queda que se ha impuesto del atardecer hasta el amanecer? La BBC informó también que, cuando el avión del presidente Zelaya, el presidente depuesto, no pudo aterrizar, sus partidarios en el aeropuerto comenzaron a gritar “Queremos a los cascos azules”, es decir, la fuerza de paz de las Naciones Unidas.
ANDRÉS CONTERIS: Sí, el toque de queda se impuso la noche del golpe, de hecho. El golpe ocurrió muy temprano en la mañana del domingo 20 de junio, hace una semana. Y el toque de queda se impuso esa misma noche, de las 9:00 pm hasta las 6:00 am. Esto se implementó para los siguientes días y, luego, el Congreso aprobó una ley que amplió el toque de queda, pero no sólo eso, también limitó las garantías constitucionales, la libertad de reunión, la libertad de asociación y la libertad, básicamente, para proteger los propios derechos. O sea, una vez que comienza el toque de queda, que era desde las 9 p.m. y que ayer se cambió a las 6:30 pm, hasta las 5:00 am en la mañana, cualquier casa puede ser allanada y todas las garantías constitucionales de los ciudadanos están canceladas. La prensa internacional también ha recibido el acoso, en especial, si trata de informar acerca de la posición contraria al golpe. Han sido amenazados con tener que abandonar el país, especialmente periodistas de TeleSur y de otros medios de Venezuela.
AMY GOODMAN: Andrés, muy rápidamente, porque sólo tenemos un minuto, ¿puedes hablar sobre el hecho de que Estados Unidos no esté llamando “golpe de Estado” a la situación en Honduras y, también, de la estrecha relación que Estados Unidos mantiene con Honduras, en particular, del hecho de que la ayuda no se haya cortado, aunque, según anunció el gobierno de Obama, la cooperación militar sí ha sido cortada?
ANDRÉS CONTERIS: La política de Estados Unidos hacia Honduras ha sido históricamente la de tener mucho control sobre el país, y la política de Estados Unidos sigue siendo esa. Está muy claro que Estados Unidos está tratando de acercarse, no solamente a América Latina, sino a todo el mundo. Sin embargo, Estados Unidos aún no está cumpliendo la ley estadounidense que dice que ninguna ayuda, ya sea económica o militar, puede ir a un país cuando se ha declarado que ocurrió un golpe de Estado. Tanto Obama como Hillary Clinton han dicho que ha ocurrido un golpe, pero tienen que declarar legalmente este hecho. Esto significa que, a pesar de que el Departamento de Estado ha dicho que ha habido una pausa en la ayuda económica, y aunque el Pentágono ha dicho que la cooperación entre el ejército estadounidense y el hondureño ha sido reducida al mínimo, la ayuda continúa fluyendo. No es suficiente con el esfuerzo simbólico de suspender parcialmente la ayuda económica. Incluso si ese esfuerzo verdaderamente ha ocurrido, ese esfuerzo simbólico no deba excluir el envío de toda la ayuda económica. Y, por tanto, al continuar apoyando a este régimen, Estados Unidos se encuentra en violación de su propia legislación. La historia de Estados Unidos en este país también está llena de represión. La Escuela de las Américas entrenó al líder de este golpe, el general que dio el golpe. Y también está Billy Hoya, relacionado con el Batallón 316, un escuadrón de la muerte que fue fundado durante la época de John Dimitri Negroponte. Billy Hoya es un asesor clave en temas de seguridad del actual Presidente de facto Micheletti. Por lo tanto, aquí, el vínculo con la política estadounidense sigue siendo perjudicial y Estados Unidos no está teniendo un papel activo en la solución de esta crisis.
AMY GOODMAN: Andrés Conteris, quiero darte las gracias por estar con nosotros. Por ponerte en contacto con nosotros desde Tegucigalpa.
Traducido por Traducido por Núria Ferragutcasas & Democracy Now! en español