La enorme filtración del pozo petrolero de BP en el Golfo de México llegó a las costas de Luisiana, en tanto que aumentan los temores de un desastre peor que el del derrame del Exxon Valdez en 1989. Cinco mil barriles diarios siguen vertiéndose al agua debajo del emplazamiento de la plataforma Deepwater Horizon que explotó y se hundió la semana pasada. En la Casa Blanca, el Presidente Barack Obama dijo que BP es responsable en última instancia de financiar las operaciones de respuesta y limpieza, pero prometió aumentar la participación federal.
Obama declaró: “He recibido frecuentes informes de miembros de mi gabinete y del personal de la Casa Blanca, incluso una actualización sobre la fuga adicional anoche y otra esta mañana. Y mientras que BP es responsable en última instancia de hacerse cargo del costo de las operaciones de respuesta y limpieza, mi gobierno seguirá utilizando cada uno de los recursos a nuestra disposición, incluso la posibilidad de que el Departamento de Defensa maneje el incidente”.