Activistas contra la violencia y corrupción generalizadas en la lucha contra el narcotráfico en México se congregaron en Ciudad de México el martes para exigir mayor protección por parte del gobierno ante una serie de ataques. El pasado viernes, la activista por los derechos de las mujeres Norma Andrade se convirtió en al menos la segunda activista asesinada este mes al recibir cinco disparos. En oficinas de un grupo de derechos humanos, colegas de Andrade expresaron que el gobierno mexicano falla a la hora de brindarles protección.
Mario Patrón expresó: “Los ataques a defensores y defensoras y a periodistas son un termómetro de la calidad de la democracia que estamos viviendo en México. Cuando los defensores y defensoras y periodistas no tienen condiciones, o más bien sufren una condición de vulnerabilidad para hacer su trabajo, quiere decir que la sociedad está viviendo un extremo de inseguridad”.
Josefina Mena dijo: “No estamos diciendo que fue el gobierno quien le echó cinco balazos a Norma Andrade. Lo que estamos haciendo… lo que estamos diciendo es que el gobierno no ha sabido protegernos, ha omitido sus funciones a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos se lo dejó bien claro.”