La monarquía de Bahréin, respaldada por Estados Unidos, liberó a al menos cincuenta prisioneros políticos tras más de una semana de protestas. La medida se adoptó al tiempo que Manama, capital del país, fue escenario de la mayor concentración en favor de la democracia realizada hasta la fecha, en la que decenas de miles de personas colmaron la Rotonda de la Perla, en el centro de la ciudad. Tras la represión sangrienta de la semana pasada, un policía bahreiní se unió a la manifestación.
Abu Noah expresó: “Nuestro trabajo es proteger a la gente y no golpearla. Las armas que se han usado contra la gente son armas de la vergüenza; las armas deberían usarse para proteger, no para agredir. Por eso decidimos ponernos del lado del pueblo”.