Gran impacto del sitio WikiLeaks en Latinoamérica donde Asssange busca asilo

Original en Español03 de agosto de 2012
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    Si Julian Assange puede viajar al Ecuador y aceptar el asilo político que se ha concedido, se convertirá en residente de Latinoamérica, donde la enorme cantidad de cables que él difundió estratégicamente por medio de WikiLeaks generó cientos de titulares desde México a Chile. Un año después de que miles de cables se publicaran por primera vez en Latinoamérica, las revelaciones tuvieron resultados diferentes: los embajadores de EE.UU. tuvieron que salir de manera forzada de dos países, mientras que en otro país, dichas revelaciones hicieron cambiar el curso de una elección presidencial.

    AMY GOODMAN: La madre del fundador de WikiLeaks viajó a Ecuador en un intento de hacer campaña para solicitar el asilo de su hijo. Julian Assange está desde hace seis semanas refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres mientras trata de evitar la extradición a Suecia y, en el fondo, según él mismo sostiene, evitar que lo entreguen a Estados Unidos. Luego de reunirse con el presidente Rafael Correa, la madre de Assange, Christine Assange, dijo que a su hijo le va a gustar vivir en Ecuador en caso de recibir el asilo.

    CHRISTINE ASSANGE: Esta es una decisión soberana y yo respeto eso. Respeto la decisión que él [Correa] tome teniendo en cuenta lo que sea mejor para Julian, los derechos humanos y su país. Me gusta la vida simple y cerca de la naturaleza, igual que a Julian, y si Julian viniera aquí, creo que le encantaría.

    AMY GOODMAN: El ministro de relaciones exteriores de Ecuador, Ricardo Petino, se comprometió a esperar hasta el 12 de agosto cuando terminan los Juegos Olímpicos, para anunciar la decisión. Asimismo, dijo que Ecuador había invitado a las autoridades suecas a que interroguen a Assange en la embajada de Ecuador en Londres, medida que le habría dado a Assange la oportunidad de evitar la extradición a Suecia. Sin embargo, tras una reunión con el presidente ecuatoriano Rafael Correa el pasado miércoles, Petino sostuvo que se enteró extraoficialmente que Suecia había rechazado el ofrecimiento. Ecuador todavía no dio señales de si estaría dispuesto a conceder asilo político a Assange, aunque recientemente el presidente Correa elogió a WikiLeaks en una charla con Assange durante el programa de televisión de este último, llamado “The World Tomorrow” que se emite por la cadena Russia Today.

    JULIAN ASSANGE: Presidente Correa, ¿por qué quiere que nosotros demos a conocer todos los cables?

    RAFAEL CORREA: Los que no tienen deudas, no tienen nada que temer. Nosotros no tenemos nada que ocultar. WikiLeaks nos hace más fuertes, ya que las principales acusaciones formuladas por la Embajada de EE.UU. tenían que ver con nuestro excesivo nacionalismo y defensa de la soberanía del gobierno ecuatoriano.

    AMY GOODMAN: Si le conceden asilo, Assange se convertirá en residente de Latinoamérica, donde la enorme cantidad de cables del Departamento de Estado estadounidense que él distribuyó estratégicamente ha generado miles de titulares, desde México hasta Chile. Un año después de que se dieran a conocer miles de cables sobre Latinoamérica, la revista The Nation dedicó el último número completo a explorar el impacto de WikiLeaks en la región. La difusión de los cables ha causado diferentes resultados en cada país. En dos países, provocó la salida forzada del embajador estadounidense. En otro, ayudó a cambiar el curso de una elección presidencial. Para saber más sobre este tema, hablamos con Peter Kornbluh, editor invitado para la edición especial de la revista The Nation, llamada “WikiLeaks Latinoamérica”. Peter es analista de Latinoamérica en el Archivo de Seguridad Nacional. Peter Kornbluh, bienvenido una vez más a Democracy Now! ¿Por qué el número completo? ¿Cuál es la importancia de WikiLeaks en Latinoamérica?

    PETER KORNBLUH: WikiLeaks estuvo difundiendo cables del Departamento de Estado; si juntamos todos los cables sobre Latinoamérica podremos entender realmente en qué consiste la política general de Estados Unidos en la región, la forma en que algunos países, por ejemplo Venezuela, Colombia y Ecuador, interactuaron en relación a temas como los insurgentes de las FARC, la historia de la intervención de Estados Unidos en la región y los intereses comerciales de Estados Unidos en la región. Por lo tanto, Latinoamérica aparecía como un lugar cohesionado, un caso de estudio para analizar el impacto y la influencia que tuvieron estos cables, a medida que se difundieron en varios medios de comunicación latinoamericanos. Por ese motivo Katrina vanden Heuvel, editora ejecutiva de la revista The Nation, decidió dedicar un número completo exclusivamente al análisis de WikiLeaks en Latinoamérica.

    AMY GOODMAN: Antes de que estuviera en la Embajada de Ecuador, Julian Assange le preguntó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, —invitado a su programa de televisión “The World Tomorrow”— sobre la participación de Estados Unidos en Latinoamérica. Vamos a ese fragmento.

    JULIAN ASSANGE: ¿Qué piensan los ecuatorianos de la participación de Estados Unidos en Latinoamérica y en Ecuador?

    RAFAEL CORREA: Como dijo Evo Morales, el único país en el mundo que puede estar seguro de nunca va sufrir un golpe de Estado es Estados Unidos, porque ellos no tienen una embajada estadounidense dentro de su país. En cualquier caso, me gustaría decir que una de las razones que produjo el descontento policial fue que cortamos todos los fondos que la embajada estadounidense le daba a la policía. Antes de que asumiéramos el gobierno, e incluso después, nos tomamos un tiempo para corregir esto. Antes, había unidades policiales enteras financiadas por la embajada estadounidense, unidades clave con jefes escogidos por el embajador estadounidense y financiados por Estados Unidos. Entonces nosotros aumentamos los sueldos de los policías de manera considerable.

    AMY GOODMAN: Escuchábamos al presidente de Ecuador, Rafael Correa, hablando con Julian Assange en su programa de televisión. Más tarde, Julian Assange fue a la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra hoy, preocupado por la extradición a Suecia ya que no quiere ser extraditado a Estados Unidos, donde teme ser arrestado y que haya un gran jurado secreto que lo está investigando tanto a él como a otras personas vinculadas a WikiLeaks. ¿Qué opina, Peter Kornbluh, de lo que dijo Rafael Correa?

    PETER KORNBLUH: Estados Unidos tiene, como todos sabemos, una larga, oscura, siniestra y trágica historia de intervención imperialista en toda Latinoamérica. Esa es una de las razones por las cuales los cables de WikiLeaks serían de tal interés para la región en su conjunto, porque están detallando el funcionamiento interno de las embajadas estadounidenses en toda la región. Esos cables les dan a los ciudadanos latinoamericanos la posibilidad de observar cómo los funcionarios estadounidenses mantienen reuniones con miembros del gobierno local, con líderes civiles locales y con toda clase de actores del ámbito político y cultural de la sociedad. Y uno puede ver cuáles fueron las políticas, cuál fue la influencia y también, en el caso de unas cuantas filtraciones, qué le decían los gobiernos de la región a Estados Unidos. Por lo tanto, WikiLeaks les dio a los latinoamericanos la posibilidad de juzgar, al menos en términos de la embajada —y deberíamos destacar que estos cables de la embajada no son cables de la CIA, no son cables del Departamento de Defensa. Dichos cables no registran en realidad las oscuras y siniestras operaciones encubiertas que todavía hay en Latinoamérica. Sin embargo, nos permiten ver el funcionamiento de las embajadas, la influencia estadounidense, cómo esa influencia es ejercitada militarmente, políticamente y culturalmente en la región.

    AMY GOODMAN: Peter, usted hizo coberturas en Latinoamérica durante décadas, ¿qué fue lo que más lo sorprendió? ¿Puede darnos ejemplos específicos de lo más revelador de estos cables?

    PETER KORNBLUH: En cada país hubo diferentes niveles de revelaciones. En México, donde por supuesto Estados Unidos está profundamente involucrado en todo tipo de aéreas —la economía, las operaciones contra el narcotráfico, las operaciones contra la corrupción, etc.— hay cables que revelan el grado de influencia del gobierno de Estados Unidos sobre los presidentes del estado soberano de México. Las estructuras burocráticas que Estados Unidos establece para influenciar, y de alguna manera gobernar, orientan las políticas en ese país. Ese fue el principal punto de vista que expone Blanche Petrich Moreno del periódico La Jornada en su artículo publicado en la revista The Nation, es decir, que México como estado soberano básicamente ha cedido su soberanía a Estados Unidos, si aceptamos lo que los cables sugieren. Ese es un punto importante.

    Hay cables que salieron de la Embajada Argentina y fueron a la Embajada Argentina en Buenos Aires, en los cuales el Departamento de Estado les pide a sus diplomáticos básicamente que espíen a la presidenta de Argentina Cristina Kirchner, para conseguir algo así como chismes de inteligencia para la CIA. Se supone que la CIA hace eso por su cuenta, y sin embargo acá se les pide a los diplomáticos que averigüen qué clase de medicamentos contra la ansiedad toma la presidenta Cristina Kirchner, o qué tipo de relación tenía con su esposo en cuanto a cómo se dividían el gobierno del país. En aquel momento el esposo de Cristina Kirchner estaba vivo, había sido el presidente anterior y ahora ella era presidente.

    Entonces, estos son los tipos de detalles realmente importantes e interesantes que los cables revelaron. En algunos países esto ha generado escándalos. En otros países no. Pero tomados en su totalidad, se puede tener una aproximación de la influencia que el gobierno de EE.UU. tiene, o no, en la actualidad en algunos países.

    AMY GOODMAN: Enrique Peña Nieto acaba de ganar las elecciones presidenciales en México. Pertenece al PRI, Partido Revolucionario Institucional, el partido que gobernó México durante 70 años, desde 1929 hasta el año 2000. Me gustaría preguntarle por los cables de WikiLeaks que se refieren a él. Pero, antes escuchemos un fragmento del discurso que dio tras su victoria el mes pasado.

    ENRIQUE PEÑA NIETO: Asumo con emoción, con gran compromiso y con plena responsabilidad el mandato que los mexicanos me han otorgado este día. En los últimos tres meses, los políticos, los candidatos, hemos hablado todos los días. Hoy, 1 de julio, han sido los ciudadanos los que han hablado. Y lo han hecho al votar por un cambio con rumbo, muchas gracias a todos los mexicanos.

    AMY GOODMAN: Peter Kornbluh, ¿qué dicen los cables de WikiLeaks del nuevo presidente de México, Peña Nieto?

    PETER KORNBLUH: Parte del valor que poseen esos cables es que algunos de ellos fueron escritos hace varios años sobre personalidades de la política que hoy son presidentes de sus países, en este caso, el presidente electo de México. En el artículo de la revista The Nation sobre México hay una sección que se ocupa de los cables que se refieren al actual presidente de ese país cuando era gobernador del estado de México. El artículo muestra que el gobierno estadounidense tenía una opinión oscura, mala y negativa de él. Básicamente, sugerían que era el hijo corrupto —ahijado como ellos dicen— de Carlos Salinas, un ex presidente de México muy desacreditado, y que este gobernador del estado de México que es hoy el presidente electo y que será el presidente con el que estaremos tratando, estaba encubriendo casos de corrupción, se definía a sí mismo como un nuevo y moderno líder del PRI, pero básicamente era del mismo molde que los ex líderes corruptos de ese partido. Así que ahora tenemos esta apreciación de un presidente con el que nuestro país va a tener que tratar por el tiempo que sea, y vale la pena hacerlo. Creo que eso lo presiona más presión a él y ciertamente les dará —tanto a los mexicanos como a los estadounidenses— información sobre la manera en que los diplomáticos lo veían en un principio.

    AMY GOODMAN: El año pasado, Democracy Now! realizó la cobertura del regreso del presidente Manuel Zelaya a su país después de pasar casi dos años en el exilio, tras haber sido derrocado por un golpe de Estado. En aquel momento, hablamos con el ex ministro de cultura de Zelaya, Rodolfo Pastor Fasquelle, una de las personas que regresó a Honduras desde Haití junto a Zelaya, y se refirió a la presión que ejercía Estados Unidos sobre Honduras en cuanto al presidente Hugo Chávez.

    RODOLFO PASTOR FASQUELLE: Oficiales militares y personal diplomático estadounidense se me han acercado repetidamente tratando de averiguar si yo no estaba seguro de mí mismo o si estaba inquieto con lo que estábamos haciendo en el gobierno y cuáles eran nuestros planes para el fututo. En repetidas oportunidades el tema que aparecía era que nuestra relación con Hugo Chávez y Venezuela era, o parecía ser, una amenaza que ellos consideraban profundamente desagradable. Lo que nunca entendí es por qué ellos pensaban que yo me manifestaría en contra del presidente Chávez. Puede no gustarme su estilo personal a veces, pero lo respeto muchísimo como el líder nacional de su país. Estaba muy convencido, y todavía lo estoy, de que la clase de ayuda que el presidente Chávez estaba dando a nuestro gobierno a través de Petrocaribe y de ALBA fue absolutamente necesaria en aquel momento. Sin embargo ellos estaban convencidos por razones ideológicas que yo iba a estar de acuerdo con sus preocupaciones.

    AMY GOODMAN: Escuchábamos al ex ministro de cultura de Zelaya, Rodolfo Pastor Fasquelle, una de las personas que regresó a Honduras con Zelaya. Hablé con él en Tegucigalpa cuando regresó. Peter, ¿qué opina?

    PETER KORNBLUH: Amy, usted hizo un gran trabajo para su audiencia, al plantear este asunto y este fragmento en particular, porque los cables de WikiLeaks son muy reveladores en el tema relacionado a Venezuela y sobre los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos en toda la región tratando de distanciar a otros países de Chávez, así como de reunir información de inteligencia sobre qué estaba haciendo Chávez. Hay un artículo en el número especial de la revista The Nation que salió ahora sobre los cables de WikiLeaks reacionados a Brasil, donde los cables que se analizan muestran que los oficiales estadounidenses les pedían a los oficiales brasileros que espiaran a Chávez y que les pasaran esa información a Estados Unidos. Los brasileros básicamente dijeron ‘váyanse al infierno, nosotros no lo vemos como una amenaza, como parecen hacer ustedes’. En el artículo sobre Colombia que forma parte del mismo número de dicha revista, también se analizan cables de WikiLeaks donde se detalla el conflicto fronterizo entre Colombia y Venezuela, las presiones que Estados Unidos estuvo analizando con Colombia sobre cómo negociar con Hugo Chávez, está todo detallado en esos documentos. Entonces, hay un montón de información en toda la región latinoamericana que se puede leer en estos cables, tanto sobre la postura diplomática de Estados Unidos como el espionaje de ese país sobre Venezuela.

    Por otro lado, debo agregar que WikiLeaks le dio a la revista colombiana Revista Semana la colección de cables sobre Venezuela y Colombia. De manera que en Colombia uno encuentra una publicación de artículos que trata de lo que Estados Unidos estaba haciendo en Venezuela. EE.UU. está haciendo un montón de cosas en Venezuela, y como dije antes, son los documentos de la CIA y el Departamento de Defensa los que van a resultar más reveladores en cuanto a nuestras oscuras políticas allí, si es que alguna vez los llegamos a ver. Pero el tráfico de cables de Estados Unidos sobre Venezuela muestra una cantidad de cosas importantes. Muestra que Estados Unidos estaba comprometido con “los programas para la democracia”, financiando a grupos de la oposición, partidos de la oposición, grupos civiles, algunos de los cuales ya se conocían, pero ahora uno tiene más detalles de esos programas gracias a los cables de WikiLeaks.

    AMY GOODMAN: Peter, para finalizar, hace décadas que usted investiga la política estadounidense en Latinoamérica, particularmente en lugares como Chile. Es muy difícil y usted lo sabe bien en los Archivos de Seguridad Nacional, conseguir información. Estamos viendo ahora estos documentos secretos —cientos de miles de cables— de una sola vez, a decir verdad, son millones. Julian Assange está en la Embajada de Ecuador en Londres tratando de conseguir asilo político en ese país, para evitar ir a Suecia, ya que teme que luego lo extraditen a Estados Unidos por su trabajo en WikiLeaks. Bradley Manning, quien presuntamente entregó los documentos a WikiLeaks, está detenido hace casi dos años ya, en condiciones que muchos sostienen han llegado a la tortura, fue juzgado por un consejo de guerra y podría pasar el resto de su vida en prisión. ¿Qué importancia tienen estos documentos?

    PETER KORNBLUH: La importancia es la magnitud y la naturaleza contemporánea de estos documentos. Todos los que trabajos en el tema de la desclasificación, el derecho a saber, estamos a menudo manejando documentación histórica de al menos 10, 20 ó 30 años de antigüedad.

    AMY GOODMAN: ¿Entonces por qué son una amenaza para Estados Unidos hoy?

    PETER KORNBLUH: Los cables de WikiLeaks son una amenaza para Estados Unidos en la actualidad precisamente por las cosas que usted y yo hemos estado diciendo recién. Detallan reuniones y opiniones de Estados Unidos, operaciones con oficiales latinoamericanos, que en algunos casos todavía ocupan esos cargos o han sido recientemente elegidos para cargos de mayor responsabilidad, como en el caso de México. Por lo tanto, creo que ya fue completamente probado que estos documentos de ninguna manera son una amenaza para la seguridad nacional, a pesar de que Hillary Clinton haya salido a decir cuando ocurrió la filtración de los primeros cables que eran un ataque a nuestra seguridad, etc, etc. Por esa razón es que quieren procesar a Julian Assange. La verdad del asunto es que, es más una vergüenza que otra cosa. Los documentos son importantes porque nos dan una imagen contemporánea de la interacción de Estados Unidos con los países de Latinoamérica y, por supuesto, con cientos de otros países también. Es por eso que Estados Unidos ha estado tan rotundamente en contra de este tipo de filtraciones. La verdad sea dicha, el impacto es importante. Nos enteramos de muchas cosas. Sabemos mucho sobre lo que está pasando ahora mismo. Y en Latinoamérica, esto debería ayudar a la gente vinculada al movimiento por el derecho a la información allí, a presionar para que se desclasifiquen y se publiquen documentos de sus propios países. Documentos que den la versión mexicana, colombiana o brasilera de las reuniones que se detallan en los cables de WikiLeaks. Esta es hoy una base de datos muy importante, estos cables en Latinoamérica y en cualquier otra parte, para futuras investigaciones, para futuros trabajos sobre libertad de información, y para ampliar el derecho a saber en la región, esto solo puede fortalecer la democracia allí y en cualquier otra parte.

    AMY GOODMAN: le agradezco mucho haber estado con nosotros Peter Kornbluh, editor invitado por la revista The Nation en su número especial llamado “WikiLeaks Latinoamérica” y analista de Latinoamérica en el Archivo de Seguridad Nacional. Vamos a enlazar la nota de tapa de la revista The Nation “Top Secret WikiLeaks Latin America” con otra nota “Remembering Alexander Cockburn”.
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    Traducido por Alejandra Burgos; edición: Gabriela Díaz Cortez

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