La confrontación entre Estados Unidos y Rusia se intensificó con el anuncio de ambos países de la prohibición de viajar a determinados funcionarios. La Casa Blanca envió al Congreso una lista de los rusos sujetos a denegación de visa y congelamiento de activos en Estados Unidos por su presunto involucramiento en la muerte del denunciante encarcelado Sergei Magnitsky. Rusia respondió prohibiendo el ingreso de una serie de funcionarios estadounidenses, como el abogado y exfuncionario del gobierno de George W. Bush John Yoo y el jefe de personal del ex Vicepresidente Dick Cheney, David Addington. El Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, defendió la medida del gobierno.
Carney dijo: “Los funcionarios rusos implicados directamente en el encarcelamiento de Magnitsky y los funcionarios de la prisión que participaron directamente en las decisiones que llevaron a su muerte no han sido castigados. Este gobierno está comprometido a trabajar con el Congreso para impulsar los derechos humanos reconocidos universalmente en el mundo entero. Usaremos las herramientas de la Ley Magnitsky y otros recursos jurídicos disponibles para asegurarnos de que las personas responsables por el maltrato y la muerte del señor Magnitsky no puedan ingresar y hacer negocios en Estados Unidos”.