El hip hop y las prácticas discriminatorias de la policía de Nueva York

Columna16 de agosto de 2013
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    Publicado el 16 de agosto de 2013

    Amy Goodman

    Esta semana se cumplieron 40 años del nacimiento del hip hop. En la misma semana, en un fallo de 195 páginas, la Jueza del Tribunal Federal de Distrito de Nueva York Shira Scheindlin declaró inconstitucional la práctica de detener y cachear aplicada por el Departamento de Policía de la ciudad. El hip-hop y la práctica policial de ‘detener y cachear’ son aspectos fundamentales de la vida de millones de neoyorquinos, especialmente de los jóvenes afroestadounidenses y de origen latino.

    Ahmir Thompson tenía tan solo dos años cuando el hip-hop dio sus primeros pasos en 1973, pero ya había demostrado su talento musical. Thomspon, que ahora es conocido por su nombre artístico ‘Questlove’, es un exitoso músico, productor y director musical, y baterista del grupo ganador de premios Grammy ‘The Roots’, que es la banda oficial del programa de NBC ‘Late Night with Jimmy Fallon’. Questlove y ‘The Roots’, junto a Fallon, pasarán a estar en poco tiempo en un programa aún más popular, ‘The Tonight Show’. A pesar de su éxito, en su vida cotidiana, Questlove debe enfrentar con frecuencia el racismo, pero se hizo un espacio importante dentro de la escena musical, que utiliza para cuestionar el ‘statu quo’, como la política de ‘detener y cachear’.

    Mientras recordaba la primera vez que fue sometido a la práctica de ‘detener y cachear’, Questlove me dijo: “No hay nada como la primera vez que te apuntan con un arma. Regresaba a mi casa del grupo de estudio de Biblia para adolescentes un viernes por la noche y había una tienda de Tower Records en South Street. Un amigo quería comprarse el disco The Joshua Tree de U2, que acababa de salir. De modo que fuimos allí y él compró el disco. Y cuando regresábamos en el auto, unos segundos más tarde, por la Avenida Washington en Filadelfia, un policía nos hizo detener el automóvil y nos apuntó con un arma. Teníamos dieciséis años, entre dieciséis y diecisiete años, y recuerdo el protocolo. Recuerdo que mi padre me dijo: ‘Si alguna vez te sucede esto, debes levantar las manos lentamente’. Sabía cuál era el protocolo siendo tan joven. Probablemente sea triste, pero era una cuestión de supervivencia”.

    Veinticinco años más tarde, hace apenas unas semanas, Questlove se dirigía a su casa en Manhattan desde Brooklyn tras haber realizado su trabajo semanal de DJ. El Departamento de Policía de Nueva York lo obligó a detenerse: “Se acercaron a mí y me pidieron el permiso de conducir y el registro del automóvil. Eran unos cuatro policías con linternas… Querían saber ‘¿Está en un taxi? ¿Es esto un taxi? ¿Dónde está su permiso de taxista de Nueva York?’. Yo tengo mi propio auto y mi propio chofer. Por las preguntas que hacían me di cuenta de que no sabían quién era yo y de que seguramente su pensamiento era: ‘Estás sentado en el asiento trasero como un narcotraficante y tienes un chofer…’. De modo que les mostré el libro de mi autobiografía. Lo miraron, conversaron entre ellos durante cinco minutos y luego dijeron algo como: ‘Está bien, te puedes ir’. Estas cosas suceden todo el tiempo”.

    Algo similar sucedió cuando Questlove realizaba campaña a favor de Obama junto a Jurnee Smollett, la actriz de la exitosa serie de vampiros “True Blood”. Questlove había comprado un regalo para la fiesta de inauguración de la casa de su representante y detuvo el automóvil para realizar una llamada telefónica. Me contó lo sucedido a continuación: “Entonces paré el coche, hablé y terminé la conversación. Arranqué. Cinco autos nos hicieron detener. Fue una experiencia muy humillante porque tuvimos que salir del auto. Nos hicieron recostarnos contra el auto y abrir las piernas. Revisaron el auto. Y todo el tiempo pensaba: ‘Por favor, que no miren en el baúl.’ En primer lugar, me hicieron sentir como un delincuente. Sí, tengo cosas en el baúl de mi auto. Pero las cosas que tenía eran libros de psicología y algunos juegos de Scrabble. Y pensaba, 'No hay forma de que crean que eso es mío. No hay manera'…y todo el tiempo que estuve allí pensaba: ‘Por favor, que no lo abran’. [Jurnee] estaba tratando de sacar su teléfono con cámara y dijo: ‘Esto es inconstitucional. Esto es cacheo ilegal. Se supone que tienen un protocolo…’”.

    De todos modos los cachearon. A la noche siguiente, Questlove y The Roots ganaron otro Premio Grammy.

    Entre 2002 y 2012, la Policía de Nueva York realizó más de 4,8 millones de operaciones de ‘detención y cacheo’. Más de un 80% fueron a población de origen negro o latino. En el fallo, la jueza Sheindlin criticó específicamente al alcalde multimillonario de Nueva York, Michael Bloomberg, y al Jefe de Policía de la ciudad, Ray Kelly. Kelly, quien parece ser el candidato a convertirse en próximo Secretario de Seguridad Nacional del Gobierno del Presidente Obama, dijo: “Lo que más me molesta y me resulta más ofensivo de esta decisión es la idea de que el Departamento de Policía de Nueva York comete discriminación racial. Eso es absolutamente falso”.

    Le pregunté a Questlove, tras todos sus logros, qué es lo enorgullece más y qué le gustaría hacer en el futuro. Me dijo: “Estoy muy agradecido de haber sobrevivido, simplemente de haber sobrevivido. Siempre me pregunto: ‘¿Será posible que algún artista de hip-hop llegue a los 65 años? ¿Tendremos a nuestro primer cantante longevo de hip-hop? Es algo muy sorprendente…Y aunque esquivemos las balas, también tenemos que evitar los infartos y los problemas de salud”.

    El país más rico del mundo podría y debería inspirar a su población a tener mayores aspiraciones que la de simplemente sobrevivir. Pero para Ahmir “Questlove” Thompson y la generación de hip-hop que representa ser víctimas de prácticas policiales como la de ‘detener y cachear’ no es para nada sorprendente. Así son los Estados Unidos del año 2013.


    Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

    © 2013 Amy Goodman

    Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

    Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

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