Las autoridades penitenciarias de Oklahoma han emitido un nuevo protocolo para ejecuciones, luego de la inyección letal fallida aplicada el pasado mes de abril a Clayton Lockett, cuya ejecución tardó 43 minutos. Testigos de los medios de comunicación relataron que Lockett gemía y se retorcía, aparentemente en agonía. A Lockett se le inyectó un cóctel de fármacos no testeado previamente que incluía midazolam, un sedante utilizado también en otras ejecuciones prolongadas, entre ellas, una llevada a cabo en Arizona que se extendió durante dos horas. El nuevo protocolo de Oklahoma permite que se siga utilizando midazolam, pero establece la utilización de una dosis cinco veces mayor a la que recibió Lockett. Entre las modificaciones establecidas, se incluye además mayor entrenamiento del personal, planes de contingencia en caso de que se presenten problemas y la reducción de la cantidad de testigos de los medios de comunicación presentes en las ejecuciones en más de la mitad, pasando de doce a cinco.
Oklahoma modifica protocolo de ejecuciones tras ejecución fallida
Titular01 Oct. 2014