Se han revelado más detalles que perjudican al Servicio Secreto en el marco del escándalo en torno al intruso armado que logró ingresar a la Casa Blanca. Funcionarios del Servicio Secreto habían declarado que Omar González, ex francotirador del ejército, fue capturado cerca de la entrada principal. Sin embargo, esta semana se supo que en realidad logró correr, pasando al lado de una escalera que lleva a las habitaciones de la familia presidencial, y luego atravesar el Salón Este antes de ser interceptado. El Washington Post informa ahora que el agente que capturó a González se encontraba fuera de servicio y casualmente se topó con éste luego de que ingresara clandestinamente. Agentes del Servicio Secreto habían observado además que González merodeaba en los alrededores de la Casa Blanca en las horas previas a saltar la cerca. Al comparecer ante una comisión de la Cámara de Representantes, la Directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, se disculpó por el incidente.
Pierson expresó: “Resulta claro que nuestro plan de seguridad no fue ejecutado de forma adecuada, lo cual es inaceptable. Asumo plena responsabilidad por ello y me aseguraré de que no vuelva a ocurrir… Me comprometo a hacer lo siguiente: desarrollar una investigación exhaustiva de los pormenores del incidente y una revisión cabal de todas las políticas, procedimientos y protocolos vigentes que rigen la seguridad del complejo de la Casa Blanca; a dar una respuesta sobre este incidente y, en base a los resultados que arroje dicha revisión, desarrollar un esfuerzo coordinado e informado para llevar a cabo todos y cada uno de los ajustes a fin incluir el entrenamiento y acciones del personal que resulten necesarios para garantizar de manera adecuada la seguridad del Presidente, la familia presidencial y la Casa Blanca”.
Pierson enfrentó críticas en repetidas oportunidades durante la audiencia, cuando varios legisladores solicitaron una investigación independiente sobre la aptitud del Servicio Secreto para proteger al Presidente. El escándalo aumentó el martes cuando se supo que previamente en septiembre, en Atlanta se permitió a un guardia de seguridad armado y con antecedentes judiciales subir al mismo ascensor que el Presidente Obama, lo cual constituye un quebrantamiento del protocolo.