Las autoridades están analizando a cien personas que podrían haber estado en contacto con el primer paciente diagnosticado de Ébola en Estados Unidos. La pareja de Thomas Eric Duncan afirma que ella y otros tres familiares fueron puestos en cuarentena en el apartamento donde Duncan estaba alojado, bajo amenaza de cargos delictivos si se van. Las sábanas y toallas sucias usadas por Duncan aún permanecen en el interior del apartamento, ya que las autoridades tienen dificultades para encontrar una empresa dispuesta a retirarlas con seguridad. Duncan fue enviado a casa desde un hospital de Dallas la semana pasada a pesar de decirle al personal de enfermería que había estado en Liberia. Fue readmitido cuatro días después. El hospital culpó a una brecha en su registro electrónico que impedía que un médico viera la nota de enfermería sobre los viajes de Duncan. Su sobrino, Josephus Weeks, dijo a la NBC que llamó personalmente al Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).
Weeks declaró: “Llamé al CDC para que tomaran medidas porque estaba preocupado por su vida. No estaba recibiendo la atención adecuada y yo tenía miedo de que otras personas pudieran infectarse también si no lo atendían”.
En Liberia, un camarógrafo independiente que trabajaba para la cadena NBC News es el cuarto estadounidense diagnosticado con Ébola. Ashoka Mukpo será trasladado en avión a Estados Unidos para recibir tratamiento.