El Presidente Barack Obama respondió a los disturbios en Ferguson el martes llamando a la calma, en declaraciones que marcaron un estricto contraste respecto a su discurso más apasionado del pasado año sobre el asesinato de Trayvon Martin. Obama condenó la destrucción de la propiedad por parte de algunos manifestantes en Ferguson.
El Presidente Obama declaró: “No tengo ninguna simpatía en absoluto por la destrucción de sus propias comunidades. Pero para la inmensa mayoría de las personas que solamente están frustradas y dolidas porque sienten que tal vez algunas comunidades no reciben un trato justo o que algunas personas no se consideran tan dignas como otras, yo los entiendo y quiero trabajar con ustedes, y quiero avanzar con ustedes. Su presidente estará junto a ustedes”.