La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ha condenado el uso de gases lacrimógenos por parte de la policía de Macedonia contra refugiados varados en la frontera, del lado de Grecia. Más de 10.000 personas están atrapadas en el puesto fronterizo de Idomeni, en Grecia, desde febrero, después de que una serie de cierres fronterizos a lo largo de los Balcanes les impidiera continuar su trayecto hacia Europa Central y Occidental. El domingo, docenas de personas resultaron heridas cuando la policía lanzó gases lacrimógenos y disparó balas de goma. Taha, una de las víctimas, es un ingeniero de Siria.
Taha declaró: “Salvamos a nuestros hijos de la muerte. Si hubieran muerto en Siria por los ataques aéreos [habría sido] mejor que vivir esta humillación. Huimos de la humillación. Pensamos que Europa nos abriría los brazos y nos trataría con dignidad, en lugar de eso, nos han humillado”.