En Brasil, las multitudinarias manifestaciones de protesta contra la destitución de la presidenta Dilma Rousseff sacudieron San Pablo por segundo día consecutivo. Miles de personas se lanzaron a las calles, obstruyeron importantes autopistas y encendieron fogatas. La policía respondió lanzando granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos contra la multitud. Las siguientes son palabras de una de las manifestantes.
Juliana de Oliveira dijo: “No es nuestra intención modificar el voto de los senadores, porque creemos que ya se han dado las cartas. Nuestra intención es mostrar que vamos a luchar hasta el fin, que vamos a luchar por todos y cada uno de los derechos que intentan arrebatarnos, y, por tanto, vamos a permanecer en las calles el tiempo que sea necesario”.