El Gobierno de Israel ordenó a miles de inmigrantes africanos que abandonen el país dentro de los próximos 90 días o serán arrestados. El plan fue anunciado al tiempo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó a los inmigrantes africanos “infiltrados” durante una reunión de gabinete el miércoles.
Benjamin Netanyahu expresó: “Los infiltrados tienen una sencilla elección: o cooperan con nosotros y se van de manera voluntaria, respetuosa, humana y legal, o tendremos que utilizar los numerosos medios que tenemos a nuestra disposición, que también están dentro de la ley. Espero que elijan cooperar con nosotros”.
La mayoría de los estimados 40.000 inmigrantes en Israel son refugiados de Eritrea y Sudán que huyeron de la guerra y de la persecución, si bien Israel los considera inmigrantes económicos.