El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, anunció una nueva normativa inmigratoria bajo la cual se le negará asilo a toda persona que ingrese al país por fuera de los pasos fronterizos establecidos. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) calificó la decisión de ilegal y afirmó: “Las leyes estadounidenses especifican que las personas pueden solicitar asilo sin importar si se encuentran en un paso fronterizo o no. Es ilegal eludir estas leyes por decreto presidencial o federal”. Se espera que Trump, quien convirtió la caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen a la frontera entre México y Estados Unidos en un importante tema de campaña previo a las elecciones de mitad de período, anuncie hoy qué países se verán afectados por la nueva normativa. Alegando riesgos para la seguridad nacional, Trump planea recurrir a la misma provisión legal que la Casa Blanca utilizó el año pasado para impulsar la prohibición de ingreso a Estados Unidos a personas provenientes de una lista de varios países de mayoría musulmana.
Esto tiene lugar al tiempo que nuevas sentencias judiciales demuestran que unos 171 menores migrantes que fueron separados de sus familias en la frontera sur de Estados Unidos continúan bajo custodia estadounidense, más de cuatro meses después de que finalizara el plazo impuesto por un juez para que el Gobierno de Trump reuniera a todas las familias que fueron separadas en la frontera de México y Estados Unidos.
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