En Parkland, Florida, estudiantes y familiares se congregaron para una vigilia a la luz de las velas el jueves por la noche, para llorar a las 17 personas que fueron asesinadas el miércoles en uno de los tiroteos más letales en la historia de Estados Unidos. La masacre en la escuela secundaria Stoneman Douglas, en el condado de Broward, Florida, es el 18° tiroteo escolar en lo que va del año. Al menos otras 15 personas resultaron heridas en el ataque perpetrado por un exalumno de 19 años de edad llamado Nikolas Cruz, que usó un rifle semiautomático AR-15 y varias municiones. El jueves, Lori Alhadeff, madre de la víctima Alyssa Alhadeff, de 14 años, hizo declaraciones a la cadena de noticias CNN.
Lori Alhadeff expresó: “El agresor, un demente, simplemente entró a la escuela, derribó la puerta de la clase de mi hija y comenzó a disparar, le disparó y la mató. Presidente Trump, ¿se pregunta qué puede hacer? ¡Puede impedir que las armas lleguen a las manos de estos niños!”
El jueves, Nikolas Cruz confesó haber llevado a cabo la masacre, según un informe policial. Cruz solía ser miembro de la división junior del Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de la Reserva. Estaba obsesionado con las armas de fuego y había sido expulsado de la secundaria. CNN informa que los agentes del sheriff de Broward acudieron a la casa de la familia Cruz 39 veces desde el año 2010 por informes sobre disturbios domésticos. A pesar de esos informes y de otras señales de advertencia, Cruz pudo comprar legalmente su rifle de asalto semiautomático AR-15 en la tienda de armas Sunrise Tactical Supply, ubicada en Coral Springs, Florida.