La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) planea restringir la investigación científica que el Gobierno federal utiliza para redactar nuevas regulaciones de salud pública. Eso es lo que sostiene el periódico The New York Times, que obtuvo un borrador de nuevas propuestas de la agencia que estipulan que los científicos tendrían que revelar sus datos en bruto –entre los que se incluyen registros médicos confidenciales– para que la Agencia de Protección Ambiental siquiera considere las conclusiones de un estudio académico. Los científicos afirman que estas medidas harán mucho más difícil para la agencia la emisión de nuevas normativas de aire y agua limpios.
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