La Universidad de Carolina del Norte enfrenta protestas por parte de estudiantes y docentes luego de que esa institución educativa acordara en secreto la entrega de 2,5 millones de dólares a una organización neoconfederada para la preservación y exhibición de una estatua confederada conocida como “Silent Sam”. El año pasado manifestantes contra el racismo derribaron la estatua, que había permanecido por más de un siglo en el complejo educativo de Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte. Quienes se oponen a la medida acusan a la universidad de contribuir a la financiación de grupos nacionalistas blancos.
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