La ciclista olímpica estadounidense Kelly Catlin murió por suicidio el jueves pasado, a la edad de 23 años. Catlin, quien ganó una medalla de plata con su equipo de ciclismo en los Juegos Olímpicos de 2016, era hermana de trillizos y estudiante de posgrado en ingeniería computacional y matemática en la Universidad de Stanford, y falleció en su residencia situada en el campus de la universidad. Además de ciclista, fue una consumada violinista. Su familia informa que Catlin pareció cambiar tras haber sufrido dos accidentes a fines del año pasado, uno de los cuales resultó en una conmoción cerebral. Hablando con el periódico The Washington Post, su padre dijo: “Ella no era la Kelly que conocíamos. Hablaba como un robot. […] De alguna manera, su pensamiento cambió y supongo que no pudo ver más allá de su depresión. Después de la conmoción cerebral que sufrió, comenzó a adoptar el nihilismo”. Su familia afirma que Catlin intentó suicidarse por primera vez en enero, y que la familia evitó su muerte a último momento llamando a la policía tras recibir un correo electrónico alarmante. El mes pasado, en una publicación para el sitio web VeloNews, Kelly Catlin escribió: “La mayoría de las veces no hago que las cosas funcionen. Es como hacer malabares con cuchillos, pero realmente estoy dejando caer muchos de ellos. Es solo que la mayoría de ellos golpea el suelo y no a mí”.
El mes pasado, otro estudiante de posgrado de Stanford, Ziwen “Jerry” Wang, de 26 años murió por suicidio. Wang era estudiante de doctorado de 5º año en ciencias de materiales e ingeniería.
En Estados Unidos, puede comunicarse con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al teléfono 1-800-273-8255.