Francia está conmocionada luego de que un masivo incendio devastara la querida catedral de Notre Dame de París, una iglesia medieval construida hace 800 años y un monumento célebre en todo el mundo. El lunes, los parisinos vieron sobrecogidos cómo alrededor de 400 bomberos intentaban controlar el fuego. Algunos testigos elevaron oraciones y cánticos religiosos. El fuego destruyó la aguja de la catedral y devastó partes de su interior, pero las icónicas torres gemelas medievales permanecen en pie, así como el resto de la estructura de piedra. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió reconstruir la catedral.
El presidente Emmanuel Macron expresó: “Apelaremos a los mayores talentos, más allá de nuestras fronteras, y muchas personas contribuirán. La vamos a reconstruir. Vamos a reconstruir Notre Dame, porque eso es lo que esperan los franceses y porque es lo que nuestra historia merece, porque es nuestro destino subyacente”.
Dos de los hombres más adinerados de Francia se comprometieron a donar más de 330 millones de dólares para la reconstrucción. La Unión Europea también prometió ayuda. Las autoridades iniciaron una investigación sobre el origen del incendio, pero descartaron que haya sido intencional y afirmaron que creen que fue un accidente, probablemente vinculado a las obras de restauración que se llevaban a cabo en el edificio, valuadas en 180 millones de dólares. Visite democracynow.org/es para acceder a más información sobre esta historia con la profesora Anne Lester, de la Universidad Johns Hopkins.