En la ciudad de Ginebra, activistas adolescentes se congregaron el lunes en una jaula de metal en el exterior de la sede de la Organización de las Naciones Unidas para exigir que los menores migrantes que se encuentran bajo custodia estadounidense sean reunidos con sus familias, y reclaman al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que aborde las quejas presentadas el año pasado contra la política de “tolerancia cero” contra la inmigración impuesta por Donald Trump, que incluye la separación de familias migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México. Estas son las palabras de Randi Weingarten, de la Federación Estadounidense de Docentes, quien ayudó a organizar las protestas.
La activista Randi Weingarten sostuvo: “Creemos que 2.500 menores de edad han sido separados de sus padres en el último año. Caso judicial tras caso judicial, se le ha dicho al Gobierno de Trump que reúna a los menores con sus padres. Eso no ha sucedido. En cambio, el Gobierno de Trump ha alegado que no sabe cómo reunirlos, que no tiene registros”.
La Federación Estadounidense de Docentes ayudó a presentar las quejas ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
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