El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo el lunes que transfirieron a aproximadamente 300 niños de una estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, tras un impactante informe de la agencia Associated Press publicado la semana pasada que provocó indignación generalizada. Los abogados que visitaron las instalaciones encontraron a niños de todas las edades encerrados sin acceso adecuado a agua, alimentos y atención médica, y en malas condiciones sanitarias, donde los niños mayores tenían que cuidar a los más pequeños. Clara Long, de Human Rights Watch, que entrevistó a niños en las instalaciones, relató que una niña angustiada llevaba un brazalete con las palabras “padre estadounidense” y un número de teléfono, pero descubrió que sus padres no tenían idea de dónde estaba ni las condiciones en que se encontraba recluida.
Se informó que algunos de los niños fueron trasladados a un refugio supervisado por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, mientras que otros ahora se encuentran recluidos en un campamento de detención en El Paso. Alrededor de 30 menores de edad permanecen en la estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, según la oficina de la congresista de El Paso Verónica Escobar. La estación está diseñada para mantener a los menores recluidos solo por un periodo de unos pocos días, pero muchos están allí desde hace casi un mes.