El presidente Trump intentó distanciarse el jueves de los cánticos racistas hechos por sus partidarios en un mitin de campaña en Carolina del Norte celebrado el miércoles por la noche. Hablando desde el Despacho Oval, Trump insistió en que “se sintió un poco mal” por los gritos de “Envíenla de vuelta” dirigidos a la congresista de Minnesota Ilhan Omar, una ciudadana estadounidense naturalizada que nació en Somalia y vino a Estados Unidos como refugiada política. Ella es ciudadana estadounidense desde hace más tiempo que la primera dama, Melania Trump. Trump se reivindicó a pesar de que el video del incidente del miércoles por la noche muestra que no hizo nada para intervenir mientras sus partidarios cantaban “¡Envíenla de vuelta!”.
El presidente Donald Trump dijo: “Omar tiene antecedentes de haber pronunciado largos discursos viciados de antisemitismo”.
Multitud: “¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta! ¡Envíenla de vuelta!”.
Trump esperó 13 segundos antes de continuar su ataque verbal contra la congresista Omar. Esto ocurrió sólo tres días después de que Trump atacara a Omar y a otras tres congresistas demócratas progresistas de color en Twitter, escribiendo: “¿Por qué no regresan y ayudan a reparar los lugares totalmente rotos e infestados de delitos de los que provienen?”.