Un barco de rescate alemán recogió hoy a 44 personas —entre los que se encontraban bebés y niños— en la costa de Libia, después de que quedaron varados en el mar. La embarcación humanitaria, operada por la organización Sea-Eye, recientemente trasladó a otros 65 migrantes a Malta después de que Italia se negara a permitir que la nave entrara a sus puertos.
Esto ocurre al tiempo que agrupaciones en favor de los derechos humanos y autoridades alemanas criticaron a Italia por arrestar a la capitana alemana de la nave de rescate de refugiados “Sea Watch 3”, Carola Rackete, de 31 años, mientras intentaba poner a salvo a decenas de solicitantes de asilo. Desde entonces, Rackete ha sido liberada y afirma que planea demandar al ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, por difamación. Durante el fin de semana, miles de personas marcharon en ciudades alemanas para apoyar a Rackete y para denunciar la criminalización de la ayuda humanitaria.