En Estados Unidos, tres potenciales tiroteos masivos fueron desbaratados en los últimos días. La policía del estado de Ohio arrestó el sábado a un supremacista blanco después de que este publicó un video en el que parecía amenazar a un centro comunitario judío. El mes pasado, James Patrick Reardon, de 20 años, publicó un video de Instagram que muestra a un hombre disparando un arma de fuego semiautomática mientras se escuchan sirenas de alarma y gente gritando. En el pie de foto que acompañaba el video podía leerse: “La policía identificó al tirador del centro comunitario Youngstown Jewish Family como el nacionalista blanco local Seamus O’Rearedon”. La ubicación del Centro de la Comunidad Judía de Youngstown fue etiquetada en la publicación de Instagram. El FBI allanó su casa el viernes, confiscando armas semiautomáticas, decenas de cartuchos de municiones, una máscara de gas y un chaleco antibalas.
Mientras tanto, autoridades del estado de Florida arrestaron el viernes a Tristan Scott Wix, de 25 años, luego de que Wix envió mensajes de texto a una exnovia diciendo que quería cometer un tiroteo masivo. Uno de los mensajes decía: “Una escuela es un objetivo débil… sería más probable que abra fuego contra una gran multitud de personas a más de 5 kilómetros de distancia… Quisiera romper el récord mundial por la matanza confirmada más extensa de la historia”.
Y en el estado de Connecticut, Brandon Wagshol, de 22 años, fue arrestado y encontrado en posesión de un alijo de armas y municiones luego de que una publicación en Facebook mostró que podría estar planeando un asesinato en masa.
Defensores del control de armas se congregaron este semana en varias ciudades de Estados Unidos para reclamar al Congreso la aprobación de la verificación de antecedentes en toda venta de armas, así como la llamada ley de “alerta”, que permite que familiares soliciten a un juez que impida temporalmente que alguien posea un arma de fuego si la persona presenta riesgo de cometer actos de violencia.
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