De vuelta en Estados Unidos, Walmart anunció que dejará de vender municiones para pistolas y rifles de caño corto, que pueden utilizarse en armas de asalto semiautomáticas de estilo militar. También dejará de vender revólveres en Alaska, el único estado donde todavía vende revólveres. Además, el gigante minorista dijo que desalentará el porte de armas de fuego al descubierto en sus tiendas y apoyará el pedido de leyes de verificación de antecedentes más estrictas, así como el debate sobre la prohibición de los rifles de asalto. Una encuesta reciente de Quinnipiac demuestra que el 60% de los estadounidenses apoyan la prohibición de los rifles de asalto. Sin embargo, Walmart continuará vendiendo rifles de caza de caño largo y escopetas, así como municiones para esas armas. Doug McMillon, director ejecutivo de Walmart, envió una carta al Congreso el martes explicando los cambios en la política de la compañía. El anuncio sigue a una serie de tiroteos masivos mortales, que incluyeron la masacre contra los inmigrantes del mes pasado en un Walmart de El Paso, en Texas, donde murieron 22 personas.
La cadena de supermercados Kroger también ha anunciado que pedirá a los compradores que dejen de portar armas de fuego al descubierto. Las tiendas Kroger previamente se atenían a las leyes locales en la materia. El año pasado, Kroger puso fin a las ventas de armas y municiones en sus tiendas de Alaska, Idaho, Oregón y Washington.
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