En la ciudad de Nueva York, Keith Raniere, el fundador de la secta sexual NXIVM, fue sentenciado a 120 años de prisión por trata de personas con fines de explotación sexual y otros cargos. Más de una decena de mujeres testificaron en la audiencia de sentencia, alegando que Raniere les causó traumas y les lavó el cerebro mientras se hacía pasar por un gurú de un grupo de autoayuda. Una de las sobrevivientes dijo que Raniere comenzó a agredirla sexualmente cuando ella tenía 15 años y él tenía 45. Otras sobrevivientes testificaron que el fundador de la secta las llamaba “esclavas” y les marcaba la piel con sus iniciales con una pluma cauterizadora.
Temas: