El miércoles, en Colombia, la policía antidisturbios utilizó gas lacrimógeno y garrotes para obligar a más de 600 familias indígenas a abandonar sus hogares ubicados en tierras de propiedad privada en la región sureña de Amazonas. El área es una de las más pobres de Colombia y los residentes dicen que la pobreza los llevó a ocupar la propiedad hace dos meses en un intento desesperado por sobrevivir.
Mujer indígena: “Si me van a sacar de acá, ¡que me maten primero! Porque, yo de aquí no salgo. ¡No salgo!”