En Grecia, la organización Human Rights Watch advierte que refugiados y trabajadores humanitarios podrían estar en riesgo de envenenamiento por plomo en un nuevo campamento de refugiados instalado por las autoridades griegas en un antiguo campo de tiro militar en la isla de Lesbos. La organización también argumenta que las autoridades no llevaron a cabo los estudios correspondientes sobre el territorio antes de trasladar a miles de refugiados al nuevo campamento. En septiembre, más de 12.000 refugiados fueron desplazados después de que un devastador incendio destruyera por completo el campamento de Moria. En este momento, el nuevo campamento acoge a más de 7.500 personas, en su mayoría provenientes de Afganistán y Siria.
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