China anunció que prohibirá el ingreso al país de casi todos los extranjeros, en un intento de prevenir una segunda ola de contagios de coronavirus.
En Japón, el primer ministro Shinzo Abe se opuso a las solicitudes de imponer el confinamiento en algunas ciudades, aludiendo a las graves consecuencias económicas que tendría una orden de quedarse en casa. Bares, restaurantes y comercios de la superpoblada capital, Tokio, permanecen abiertos, a pesar del incremento de nuevos casos allí registrados. Oficialmente, Japón tiene más de 1.400 casos confirmados, pero seguramente la cifra real es mucho mayor.
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