Mientras la pandemia de coronavirus continúa avanzando, en Estados Unidos varios estados han aprobado sigilosamente leyes para criminalizar las protestas contra la industria de los combustibles fósiles. Los estados de Kentucky, Dakota del Sur y Virginia Occidental aprobaron recientemente nuevas leyes que imponen duras sanciones, que incluyen penas de prisión, a las actos de protesta que dañen o bloqueen las llamadas infraestructuras esenciales, como los oleoductos y gasoductos, que se utilizan para la producción y el transporte de los combustibles fósiles.
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