En el estado de Nueva York, el epicentro de la pandemia en Estados Unidos, más de 11.500 personas han muerto tras contraer COVID-19. El gobernador del estado, Andrew Cuomo, anunció que, a partir del viernes, se exigirá a todos los neoyorquinos que utilicen tapabocas en público cuando el distanciamiento social no sea posible.
El alcalde Bill de Blasio presentó un plan valuado en 170 millones de dólares para proporcionar ayuda alimentaria a aquellos neoyorquinos que corren un riesgo cada vez mayor de pasar hambre. De Blasio afirmó que más de 200 residentes de la ciudad de Nueva York mueren en sus hogares cada día, y que la gran mayoría de esos fallecimientos se deben a la COVID-19.
En el pequeño distrito de Andover, en el estado de Nueva Jersey, la policía descubrió los cadáveres de 17 personas en una pequeña morgue situada en uno de los hogares para personas de edad avanzada más grandes del estado, tras recibir una denuncia anónima. Al menos 68 fallecimientos recientes se han vinculado al Centro de Rehabilitación y Atención de Afecciones Subagudas de Andover.