En la ciudad de Nueva York, el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos, más de 1.400 personas han muerto. El gobernador Andrew Cuomo advirtió el miércoles a los residentes del estado que cabe esperar una alta tasa de mortalidad hasta julio. El alcalde Bill de Blasio advirtió en repetidas ocasiones que los hospitales de la ciudad necesitan con urgencia millones de mascarillas, cientos de miles de batas y cientos de respiradores, y que podrían quedarse sin suministros para el 5 de abril. Para muchos trabajadores sanitarios, ya se ha llegado a un punto crítico. Una doctora de la ciudad de Nueva York tuiteó una fotografía del equipo de protección personal que le fue entregado cuando se presentó a su horario de trabajo: un poncho para la lluvia con la marca del equipo de béisbol Los Yankees de Nueva York.
Al otro lado del río Hudson, siete hospitales en Nueva Jersey alcanzaron el tope de su capacidad el miércoles y se vieron obligados a derivar a pacientes con COVID-19 a otros hospitales. El número de muertos por coronavirus en Nueva Jersey sobrepasó los 350, y el gobernador Phil Murphy anunció el miércoles que su estado también enfrenta una grave escasez de suministros médicos.
Gobernador Phil Murphy: “¿Tenemos suficientes respiradores? No. ¿Tenemos suficientes equipos de protección personal? No. ¿Tenemos suficientes camas de hospital? No. ¿Tenemos suficiente personal sanitario? No. Eso es cuatro veces no”.