Investigadores médicos dicen que el nuevo coronavirus probablemente circuló sin ser detectado durante semanas en Nueva York a partir de febrero, mucho antes de que Nueva York confirmara su primer caso de COVID-19 el 1º de marzo. Dos equipos diferentes de investigadores afirman que el material genético tomado de miles de pacientes muestra que la mayoría de los primeros contagios tuvieron su origen en Europa, y no en Asia. El hallazgo desvirtúa el argumento de Donald Trump de que su prohibición de entrada a los viajeros de China a fines de enero retrasó la llegada del coronavirus a Estados Unidos. También subraya cómo la grave escasez de pruebas de diagnóstico allanó el terreno para una explosión de enfermedades y muertes por COVID-19 en Nueva York y otros lugares.
Mientras tanto, la Academia Nacional de Ciencias advierte que es poco probable que la propagación del coronavirus disminuya a medida que comiencen las temperaturas primaverales en el hemisferio norte.