En Estados Unidos, el medio The Intercept informa que una reclusa del Centro Correccional Edna Mahan, en el estado de Nueva Jersey, murió de COVID-19 después de que los funcionarios de la prisión se negaran a dejarla salir de una ducha con llave, a pesar de que rogaba y gritaba que no podía respirar. Al menos una reclusa fue testigo de su muerte. Tiffany Mofield murió el 29 de abril. Según se reportó, la reclusa estuvo en cuarentena durante dos semanas después de presentar síntomas de COVID-19 y luego fue trasladada a una celda de aislamiento pese a que sus síntomas persistían. Ella es una de las casi 40 personas que murieron de COVID-19 en las cárceles de Nueva Jersey. Hasta el momento, al menos 340 reclusos han muerto tras contraer la enfermedad en todo el país.
Una reclusa de Nueva Jersey murió de COVID-19 en una celda de aislamiento tras gritar por ayuda, según The Intercept
Titular13 May. 2020