La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el jueves un proyecto de ley de reforma policial liderado por demócratas, el cual exige cambios radicales en las leyes y políticas que han contribuido a décadas de malas prácticas policiales. Su aprobación se produjo exactamente un mes después de que la muerte de George Floyd, a manos de cuatro policías de la ciudad de Minneapolis, desencadenara un levantamiento global contra la brutalidad policial y el racismo sistémico. Estas son las palabras de la congresista demócrata de California Karen Bass.
La congresista Karen Bass afirmó: “Las personas marchan para exigir no solo un cambio, sino un cambio transformador que ponga fin a la brutalidad policial, que ponga fin a la discriminación racial y que ponga fin a la práctica que niega a los estadounidenses la capacidad de interponer demandas judiciales cuando han sido lesionados, y que niega a las jurisdicciones locales el poder de despedir o enjuiciar a los policías infractores”.
Un proyecto de ley de reforma policial mucho más débil se estancó en el Senado, de mayoría republicana, después de que los demócratas afirmaran que era insuficiente. El presidente Donald Trump ha dicho que vetará el proyecto de ley de la Cámara de Representantes si llega a su escritorio.