El lunes, en Minneapolis, tres de los cuatro oficiales de policía acusados por la muerte de George Floyd comparecieron ante un tribunal, donde un juez fijó una fecha provisional para su juicio en marzo. Derek Chauvin, el oficial que se arrodilló sobre el cuello de Floyd hasta que dejó de respirar y murió, compareció en forma remota desde la prisión. Afuera del juzgado, la tía de George Floyd, Angela Harrelson, habló con la prensa.
Angela Harrelson expresó: “Pasar por este proceso es frustrante, y esperando que haya justicia, porque no sabemos [cómo va a terminar]. Así que creo que el caso de mi sobrino va a ser una lucha. Va a ser una pelea difícil”.
La semana pasada, ocho oficiales correccionales de color en la cárcel del condado de Ramsey, donde Chauvin fue detenido por primera vez, presentaron cargos de discriminación ante el Departamento de Derechos Humanos de Minesota después de que todos los guardias de color fueran excluidos del piso donde Chauvin fue detenido inicialmente. También alegan que Chauvin recibió un trato especial durante su estadía en la cárcel.