Varios estados exigen el uso de tapabocas e imponen nuevas restricciones a medida que los casos de COVID-19 aumentan en EE.UU.

Titular30 Jun. 2020

En Estados Unidos, más estados están imponiendo nuevas medidas y retrasando la reapertura de sus actividades económicas a medida que los casos de coronavirus continúan aumentando. Los gobernadores de los estados de Oregón y Kansas están exigiendo que sus habitantes utilicen mascarillas. La ciudad de Jacksonville, en el estado de Florida, sede de la Convención Nacional Republicana prevista para agosto, también sostuvo que hará obligatorio el uso de tapabocas. El presidente Donald Trump decidió hacer el evento en Florida en lugar de Carolina del Norte, estado donde originalmente iba a realizarse, luego de que el gobernador Roy Cooper se negara a permitir la reunión de grandes multitudes en el estado durante la pandemia. Siete ciudades de Texas afirman que impondrán órdenes que exigirán el uso de tapabocas.

Mientras tanto, varios hospitales en Texas reportan una situación grave a medida que aumentan los casos de COVID-19. Estas son las palabras del doctor Peter Hotez, quien sostiene que Houston está en una “carrera hacia el abismo” junto con Phoenix y algunas otras ciudades.

El doctor Peter Hotez manifestó: “Estamos observando una recaída masiva, un resurgimiento [de casos], está sucediendo en todas las principales áreas metropolitanas de Texas y es muy alarmante. El ritmo de aceleración [de los contagios] es extremo”.

Según se ha reportado, uno de los principales sistemas hospitalarios de Houston dejó de revelar información actualizada sobre la COVID-19. Esto ocurrió después de que su unidad de cuidados intensivos alcanzara el 100% de su capacidad y tras mantener conversaciones con el gobernador Greg Abbott. El mandatario había expresado su preocupación por los titulares negativos que sostenían que los hospitales estaban desbordados con pacientes en estado crítico.

En otras noticias del estado de Texas, tres miembros del Congreso —Joaquín Castro, Henry Cuellar y Sylvia García— estuvieron potencialmente expuestos al coronavirus tras entrar en contacto con un empleado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas la semana pasada en una prisión para inmigrantes en la ciudad de Dilley, en Texas, quien luego dio positivo en la prueba de diagnóstico.

En el estado de California, donde los casos de COVID-19 aumentaron un 45% durante la semana pasada y 8.000 nuevos casos diarios fueron reportados el lunes, el gobernador Gavin Newsom sostuvo que más de mil reclusos —casi un tercio de la población carcelaria— de la prisión estatal de San Quentin dieron positivo. Mientras tanto, las playas de Los Ángeles y de varios condados del estado de Florida, permanecerán cerradas durante el fin de semana del 4 de julio.

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