El general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, se distanció del presidente Donald Trump el jueves y expresó su apoyo para cambiar los nombres de las bases militares estadounidenses que fueron nombradas en honor a generales confederados. Milley expresó ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que no hay lugar en las Fuerzas Armadas para “símbolos del racismo”.
El general Mark Milley dijo: “Tenemos que analizar detenidamente la simbología, los símbolos, cosas como banderas, estatuas y bases confederadas y todo ese tipo de cosas. La Confederación llevó a que se librara la Guerra Civil en Estados Unidos y fue un acto de rebelión. En ese momento fue un acto de traición contra la Unión, contra nuestras franjas y estrellas, contra la Constitución de Estados Unidos. Y esos oficiales traicionaron su juramento”.
Al menos diez bases estadounidenses llevan el nombre de generales confederados, como Fort Benning, Fort Bragg y Fort Hood.