En Brasil, miles de incendios en el humedal más grande del mundo han arrasado más de 2,3 millones de hectáreas de una de las tierras con mayor biodiversidad del planeta. Las quemas en el Pantanal brasileño son usadas con frecuencia para despejar tierras para la tala y la agricultura, pero se han visto exacerbadas por una severa sequía provocada por el cambio climático.
Conservacionistas afirman que los incendios sin precedentes registrados este año han causado devastadoras pérdidas de vida silvestre, incluso de especies en peligro de extinción, ya que animales como jaguares, aves raras y reptiles han muerto carbonizados o a consecuencia del hambre.