En el estado de Texas, grupos medioambientalistas están denunciando la contaminación tóxica causada por las refinerías de petróleo, que se apresuraron a cerrar en medio de las tormentas invernales sin precedentes de la semana pasada. La agencia de noticias Reuters informa que las refinerías de Texas quemaron casi 153.000 kilogramos de benceno tóxico, monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno y dióxido de azufre cuando el estado llegó a temperaturas bajo cero.
Mientras tanto, los hogares y los Gobiernos locales de Texas continúan registrando costos de electricidad altísimos después de que el mercado eléctrico estatal desregulado permitiera el aumento vertiginoso de los precios. La empresa pública de servicios de la ciudad de Denton tuvo que pagar 207 millones de dólares en los últimos días, monto que supera todo su presupuesto anual.