Los docentes de la ciudad de Filadelfia, temerosos de contraer COVID-19 en el aula, obtuvieron una victoria el domingo después de que los funcionarios de la ciudad anunciaran que no tenían que asistir el lunes a los centros educativos. El distrito escolar de Filadelfia había amenazado previamente con penalizar a los docentes que no cumplieran con las órdenes de regresar a las aulas para prepararse para las clases en persona, que están programadas para reanudarse a finales de febrero. El presidente de la Federación de Docentes de Filadelfia, Jerry Jordan, dijo: “Aparte de una crueldad pura y un desprecio insensible por la vida de los educadores y del personal escolar, no puedo pensar en otro motivo para impulsar el plan imprudente de reanudar las actividades en instalaciones que no son seguras”.
Mientras tanto, el Sindicato de Docentes de Chicago ha llegado a un acuerdo tentativo con las escuelas públicas de la ciudad para retomar las clases en persona. El acuerdo aún requiere la ratificación de los miembros del sindicato que estaban por organizar una huelga debido a sus inquietudes respecto a las medidas de seguridad contra el coronavirus. El sindicato de docentes de la ciudad de San Francisco llegó a un acuerdo tentativo similar durante el fin de semana.
En una entrevista a la cadena CBS el domingo, Biden calificó el cierre de los centros educativos como una “emergencia nacional” y dijo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades pronto emitirán recomendaciones sobre los requisitos mínimos de seguridad en las escuelas.