En Chad, al menos cinco manifestantes murieron el martes al tiempo que crecen los llamados para una transición a un Gobierno civil. El país ha estado sumido en una crisis desde la muerte del presidente Idriss Déby la semana pasada en el campo de batalla. El lunes, los nuevos líderes militares de Chad, que asumieron el poder tras la muerte de Déby, prohibieron las manifestaciones y nombraron al segundo candidato de las últimas elecciones presidenciales como primer ministro interino. El Gobierno militar ha rechazado las negociaciones con los combatientes rebeldes acusados de matar a Déby, que han estado amenazando con avanzar hacia la capital.
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