El jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó una serie de acciones ejecutivas sobre el control de armas y calificó a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos como una “epidemia” y una “vergüenza internacional”. Las órdenes de Biden incluyen medidas enérgicas contra las llamadas “armas fantasma”, armas de fuego caseras de fácil ensamblaje que se compran a través de Internet y no tienen números de serie. Estas armas representan aproximadamente un tercio de las armas recuperadas en las escenas del crimen. Biden instó a expandir las leyes denominadas de “bandera roja”. Estas leyes permiten a los familiares o a las fuerzas del orden solicitar una orden judicial que prohíba, temporalmente, a las personas en situación de crisis el acceso a las armas de fuego si representan un peligro para ellas mismas o para las demás. El presidente de Estados Unidos también pidió al Congreso que prohíba las armas de asalto y los cargadores de municiones de alta capacidad, y sostuvo que los fabricantes de armas deben ser considerados responsables de las muertes y lesiones resultantes de sus productos.
Presidente Joe Biden: “La industria de los fabricantes de armas, la cual genera miles de millones de dólares en beneficios, es la única industria en Estados Unidos que no puede ser demandada”.