En Afganistán hombres armados y enmascarados causaron el martes la muerte de al menos diez trabajadores de HALO Trust, una organización sin fines de lucro, con sede en Reino Unido, que se dedica a tareas de desminado. El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque, después de que el Gobierno afgano culpara inicialmente a los talibanes. La persona que dirige la organización HALO Trust afirmó que los atacantes parecían tener como objetivo a personas de la comunidad chiíta Hazara. Estas fueron las palabras expresadas por un sobreviviente del terrible ataque.
Sobreviviente: “Dispararon a dos personas en las instalaciones del campamento y luego balearon a más personas dentro de la habitación. A mí me dispararon en la frente y caí al suelo, pero me levanté y pude escaparme por la ventana. Diez personas fueron martirizadas y otras 13 o 14 resultaron heridas y han sido trasladadas al hospital”.
En otras noticias de Afganistán, el Consejo Noruego para los Refugiados advierte que una grave sequía amenaza a tres millones de afganos, que ya han sido fuertemente golpeados por años de conflicto armado, la inseguridad alimentaria y los efectos de la pandemia. Mientras tanto, el periódico The New York Times informa que el Departamento de Defensa de Estados Unidos está considerando la posibilidad de intervenir con aviones de combate o aviones no tripulados en caso de que la ciudad de Kabul corriera riesgo de caer en manos de los talibanes una vez que Estados Unidos se haya retirado completamente de ese país.