El Gobierno de Biden anunció el martes nuevas medidas para combatir el terrorismo doméstico luego de una revisión de amenazas extremistas, a la luz de la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. El nuevo enfoque incluye contratar a más analistas y fiscales para el Departamento de Justicia y el FBI, y mejorar las comunicaciones sobre posibles amenazas entre el Gobierno federal, las autoridades locales y las empresas de redes sociales. El fiscal general Merrick Garland habló el martes después de que el plan de la Casa Blanca se hiciera público.
Fiscal general Merrick Garland: “Los dos elementos más letales de la amenaza extremista de violencia al interior de Estados Unidos son los extremistas violentos que tienen motivaciones raciales o étnicas y los grupos de civiles armados. Según el FBI, la principal amenaza extremista violenta en el país proviene de extremistas que tienen estas motivaciones; en concreto, aquellos que defienden la superioridad de la raza blanca”.