Brasil reportó el jueves otras 2.300 muertes por COVID-19, lo que eleva la cifra oficial de fallecimientos por coronavirus a casi medio millón. Mientras tanto, una investigación del Senado brasileño sobre la gestión de la pandemia por parte del presidente Jair Bolsonaro muestra que su Gobierno no respondió 53 de las 81 comunicaciones enviadas por Pfizer en las que la farmacéutica ofrecía negociar la venta de sus vacunas contra la COVID-19 a Brasil. La omisión provocó un grave retraso en la campaña de vacunación de ese país.
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