Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá han impuesto nuevas sanciones a Bielorrusia después de que en mayo las fuerzas armadas de ese país desviaran un avión de pasajeros de la aerolínea Ryanair hacia la capital Minsk para arrestar a un periodista. Las nuevas sanciones se produjeron al tiempo que la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que el Gobierno del presidente Alexander Lukashenko era culpable de tortura y otros abusos.
Michelle Bachelet: “La situación en Bielorrusia también sigue agravándose debido a las restricciones estrictas en el espacio cívico, que perjudican los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación; los ataques a la sociedad civil y los medios de comunicación independientes; y la persecución judicial de activistas por los derechos humanos y periodistas. Seguimos recibiendo numerosas denuncias de arrestos y detenciones arbitrarias, tortura y maltrato”.