En Bangladesh, decenas de miles de trabajadores migrantes abandonaron el domingo la capital del país, Dhaka, antes de que una nueva orden de confinamiento entrara en vigor esta semana.
En Australia, se ha ordenado a más de cinco millones de personas en la ciudad de Sídney y sus alrededores que se queden en casa durante las próximas dos semanas después de que se registrara un brote de la variante delta.
Indonesia registró el domingo más de 21.000 casos de COVID-19, un nuevo récord diario. Las autoridades de ese país afirman que el aumento actual de los casos ha llevado al sistema de salud “al borde del colapso”.
En Rusia, las ciudades de Moscú y San Petersburgo fijaron nuevos récords este fin de semana en lo que respecta al número de muertes diarias.
En Sudáfrica, el presidente Cyril Ramaphosa anunció que se impondrían nuevas restricciones para hacer frente a la nueva ola de contagios.
Presidente Cyril Ramaphosa: “Junto con muchos otros países del continente africano, Sudáfrica está presenciando un resurgimiento generalizado de contagios. […] Se establecerá un toque de queda a partir de las nueve de la noche hasta las cuatro de la madrugada, y todos los negocios no esenciales deberán cerrar a las ocho de la noche. Se prohíbe la venta de alcohol, tanto para consumir dentro como fuera del establecimiento”.